30 de marzo de 2025

SE ACERCA LA SEMANA SANTA 2


El Jueves Santo se celebra:

  • La Última Cena.

La Última Cena fue el momento en el que Jesús se reunió con los doce apóstoles para despedirse de ellos antes de su muerte. Además, durante esta cena les anunció que uno de ellos le traicionaría, dando a entender que era Judas Iscariote.

  • El Lavatorio de los pies

Jesús en este pasaje del Evangelio nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para demostrarle nuestra fe en Él. Recordar que esta no es la única vez que Jesús nos habla acerca del servicio. Debemos procurar esta virtud para nuestra vida de todos los días. Vivir como servidores unos de otros.

  • La institución de la Eucaristía y del Sacerdocio

Este es el día en que se instituyó la Eucaristía, el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino. Cristo tuvo la Última Cena con sus apóstoles y por el gran amor que nos tiene, se quedó con nosotros en la Eucaristía, para guiarnos en el camino de la salvación.

Todos estamos invitados a celebrar la cena instituida por Jesús. Esta noche santa, Cristo nos deja su Cuerpo y su Sangre. Revivamos este gran don y comprometámonos a servir a nuestros hermanos.

  • La oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.

Reflexionemos con Jesús en lo que sentía en estos momentos: su miedo, la angustia ante la muerte, la tristeza por ser traicionado, su soledad, su compromiso por cumplir la voluntad de Dios, su obediencia a Dios Padre y su confianza en Él. Las virtudes que nos enseña Jesús este día, entre otras, son la obediencia, la generosidad y la humildad.

  • El beso de Judas y prendimiento de Jesús

Jesús, que se encontraba con sus discípulos en el huerto de los olivos (Getsemaní), es identificado al recibir el Beso de Judas (una señal convenida, y símbolo de su traición), y arrestado por el Ejército del Sanedrín, que le conducirá ante distintas instancias que debatirán su enjuiciamiento

  • Día de la Caridad

El Jueves Santo es también el día de la caridad y de Cáritas. El objetivo de esto no es llevar a cabo una colecta para los pobres, sino más bien, para llamar a vivir la fraternidad y hacer vida real el mandamiento nuevo del amor, compartiendo el pan y el vino en actitud de servicio



VIERNES SANTO

El Viernes Santo significa el recuerdo de la crucifixión de Jesucristo, quien murió en la cruz por la salvación de la humanidad. Se considera un día de luto y penitencia.

La Pasión comienza con la condena a muerte de Jesús por parte del romano Poncio Pilatos tras proclamarse Rey de los Judíos y representa aquellos sufrimientos que soportó en el camino a la cruz en el Monte Calvario.

Tras la decisión de Pilatos, Jesús fue despojado de sus ropas, golpeado y agredido con piedras. Luego le colocaron una corona de espinas y le hicieron cargar con su propia cruz hasta el Monte Gólgota (Monte Calvario), en las afueras de Jerusalén. Allí fue crucificado junto a dos ladrones y bajo un cartel que decía: “Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos”.

El Vía Crucis

El Vía Crucis es una práctica devocional católica que conmemora los momentos de la pasión de Cristo. Se realiza el Viernes Santo y los viernes de Cuaresma.

Para recordar el sufrimiento de Jesús, los cristianos reviven las etapas de su muerte, divididas en 14 estaciones. Desde su condena a muerte hasta su entierro. Por cada una de ellas, se reza una oración en el Vía Crucis. El color litúrgico es el rojo, en honor a la sangre derramada por Jesucristo.

Debe hacerse caminando, deteniéndose en cada estación, para recordar el camino de Jesús al Calvario. Es por eso que las imágenes o estaciones de la representación del Vía Crucis están en las paredes del templo. Para rezar el viacrucis, los fieles caminan en procesión, representando el duro camino que tuvo que atravesar Jesús hasta el Monte Calvario.




 SEMANA SANTA EN VALDEPEÑAS





ACTIVIDAD:
Realizar un dibujo de estos día tan importantes de la Semana Santa

23 de marzo de 2025

SE ACERCA LA SEMANA SANTA 1

 

La Semana Santa recrea los últimos días de Cristo en la Tierra, siendo la Pasión, la Muerte y la Resurrección los pilares principales de estas fechas.

La Semana Santa dura una semana completa y comienza el Domingo de Ramos, que es el día en el que las personas acuden a la iglesia para escuchar la misa y recordar así los últimos días de Jesús.

Los días más importantes de la Semana Santa son:

El Domingo de Ramos: Es el día que comienza el periodo de Semana Santa, este día se rememora la llegada de Jesús a Jerusalén. A su llegada, la gente recibió con gran alegría la llegada del Mesías y para demostrar su emoción, agitaban palmeras como símbolo de su emoción.

Durante el lunes, martes y miércoles Santo, se celebran muchas procesiones para recordar cómo fueron esos días de Jesús y la traición de su amigo Judas, que por tan solo 30 denarios (la moneda de aquel pueblo en aquella época), vendió a su amigo ante las autoridades.

El Jueves Santo es uno de los días más importantes. Este día, se rememora la última cena que Jesús celebró con todos sus apóstoles para despedirse de ellos. Como gesto de amor, Jesús lavó los pies de cada uno de ellos, incluso a Judas, aun sabiendo que lo iba a traicionar. 

El Viernes Santo murió Jesús. Durante todo ese día, Jesús tuvo que sufrir muchas penurias hasta que finalmente murió en la cruz. La justicia de aquella época no era como la de ahora y no existió un juicio justo para él.

El Sábado Santo está dedicado a María, la madre de Jesús. La pobre mamá de Jesús vivió con él todo su sufrimiento durante el Vía Crucis y por ello, el sábado Santo está dedicado a honrar la imagen de la madre sufridora de Jesús.

El Domingo de Pascua o de Resurrección, es el último día de celebraciones de la Semana Santa. Este día se celebra que Jesús resucitó y por ello es un día de fiesta y felicidad. Este día también es conocido como Pascua, esta palabra significa paso y en la Pascua se celebra que Jesús dio el paso de la muerte a la vida eterna.


ACTIVIDAD:

Copia los textos y días de la Semana Santa









CONCURSO DE DIBUJO DE SEMANA SANTA

El Grupo Infantil de la Hermandad de Misericordia y Palma organiza su XI Concurso de Dibujo Escolar con el título "La Hermandad de Misericordia y Palma en la Semana Santa de Valdepeñas".

Según las bases del concurso, podrán participar todos los niños y jóvenes de la hermandad, de todos los centros educativos de la ciudad.

Se establecerán tres categorías: la primera para niños de 1º y 2º de Educación Primaria, la segunda para niños de 3º y 4º de Educación Primaria y la tercera para niños de 5º y 6º de Educación Primaria, según informa la hermandad en nota de prensa.

El tema establecido es “La Hermandad de Misericordia y Palma en la Semana Santa de Valdepeñas”, siendo la técnica del trabajo libre.

El plazo de entrega es hasta el martes, 8 de abril. Los trabajos podrán entregarse en los centros educativos, en la Casa Hermandad.










 

16 de marzo de 2025

EL SIERVO DESPIADADO






ACTIVIDAD:
Realiza un dibujo sobre la parábola del siervo despiadado








La parábola del siervo despiadado, que se encuentra en Mateo 18, 21-35, es una enseñanza profunda de Jesús que aborda los temas del perdón, la misericordia y la propensión del corazón humano hacia la falta de perdón. Esta parábola es significativa por varias razones, y comprender su contexto y los significados más profundos incrustados en ella puede ofrecer valiosas ideas sobre la vida cristiana y la naturaleza del reino de Dios.

Para empezar, la parábola es introducida por una pregunta de Pedro, uno de los discípulos más cercanos de Jesús. Pedro pregunta: "Señor, ¿Cuántas veces debo perdonar a mi hermano o hermana que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?" (Mateo 18,21). La pregunta de Pedro refleja una enseñanza rabínica común de la época, que sugería que perdonar a alguien tres veces era suficiente. Al proponer siete veces, Pedro probablemente pensó que estaba siendo extremadamente generoso. Sin embargo, la respuesta de Jesús, "Te digo, no hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces" (Mateo 18,22), indica que el perdón debe ser ilimitado, superando con creces las expectativas y estándares humanos.

Jesús luego cuenta la parábola para ilustrar su punto. En la historia, un rey decide ajustar cuentas con sus siervos. Un siervo, que debe una cantidad astronómica de diez mil talentos (una suma tan grande que es prácticamente impagable), es llevado ante el rey. Incapaz de pagar, el siervo enfrenta la perspectiva de ser vendido, junto con su familia, para pagar la deuda. En desesperación, el siervo se arrodilla y suplica paciencia, prometiendo pagar todo. Conmovido por la compasión, el rey perdona toda la deuda y libera al siervo.

Sin embargo, este mismo siervo, al salir de la presencia del rey, se encuentra con un compañero siervo que le debe cien denarios (una cantidad mucho menor y manejable). En lugar de mostrar la misma misericordia que recibió, el siervo perdonado exige el pago inmediato y, cuando su compañero siervo no puede pagar, lo hace encarcelar. Cuando los otros siervos presencian esto, se sienten profundamente angustiados y lo informan al rey. El rey, al enterarse de lo sucedido, se indigna y llama de nuevo al siervo despiadado. Lo reprende, diciendo: "Siervo malvado, te cancelé toda esa deuda porque me suplicaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu compañero siervo, así como yo tuve misericordia de ti?" (Mateo 18,32-33). El rey luego lo entrega a los carceleros para que lo torturen hasta que pueda pagar la deuda, un castigo que subraya la gravedad de sus acciones.

La parábola concluye con las palabras sobrias de Jesús: "Así tratará mi Padre celestial a cada uno de ustedes, a menos que perdonen de corazón a su hermano o hermana" (Mateo 18:35, NVI). Esta declaración enfatiza que el perdón no es simplemente un acto superficial, sino que debe venir del corazón, reflejando una compasión y misericordia genuinas.

La importancia de esta parábola radica en varios aspectos clave:

La naturaleza del perdón de Dios: La parábola destaca la naturaleza ilimitada del perdón de Dios. La deuda de diez mil talentos simboliza la enorme deuda de pecado que la humanidad debe a Dios, una deuda impagable. Sin embargo, Dios, en su infinita misericordia, nos perdona completamente cuando nos acercamos a Él en arrepentimiento. Este acto de perdón divino es una piedra angular de la fe cristiana, que ilustra la gracia de Dios y el poder transformador de su amor

La expectativa de perdón entre los creyentes: Así como el rey esperaba que el siervo perdonado mostrara misericordia a su compañero siervo, Dios espera que aquellos que han recibido su perdón extiendan la misma gracia a los demás. Esta expectativa no es opcional, sino un aspecto fundamental del discipulado cristiano. El perdón es un reflejo del carácter de Dios y un testimonio del trabajo transformador del Espíritu Santo en el corazón del creyente.

Las consecuencias de la falta de perdón: La parábola también sirve como una advertencia sobre las consecuencias de albergar falta de perdón. El destino del siervo despiadado, ser entregado a los carceleros, ilustra la esclavitud espiritual y el tormento que pueden resultar de un corazón que no perdona. La falta de perdón puede llevar a la amargura, el resentimiento y una relación fracturada con Dios y con los demás. La advertencia de Jesús de que el Padre celestial tratará de la misma manera a los que no perdonan subraya la seriedad con la que Dios ve la falta de perdón.

El llamado al perdón sincero: Jesús enfatiza que el perdón debe venir "de corazón" (Mateo 18,35). Esto significa que el verdadero perdón no es solo una cuestión de cumplimiento externo, sino que implica una transformación interior. Requiere dejar ir la ira, el resentimiento y el deseo de venganza, y en su lugar, abrazar la compasión, la empatía y la disposición a reconciliarse.

El papel de la comunidad en el perdón: La parábola también destaca implícitamente el aspecto comunitario del perdón. La angustia de los otros siervos ante las acciones del siervo despiadado sugiere que la comunidad de creyentes tiene un papel en mantener y fomentar una cultura de perdón. Cuando un miembro de la comunidad no perdona, afecta a todo el cuerpo, causando dolor y división. Por el contrario, cuando se practica el perdón, se fomenta la unidad, la sanación y el crecimiento dentro de la comunidad.

Además de estos aspectos clave, la parábola del siervo despiadado resuena con temas y enseñanzas bíblicas más amplias. Por ejemplo, la Oración del Señor, que Jesús enseñó anteriormente en su ministerio, incluye la petición: "Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores" (Mateo 6,12). Esta oración refuerza la naturaleza recíproca del perdón y la expectativa de que aquellos que buscan el perdón de Dios también deben estar dispuestos a perdonar a los demás.

Además, el apóstol Pablo repite esta enseñanza en sus cartas. En Efesios 4:32, escribe: "Sean bondadosos y compasivos unos con otros, perdonándose mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo" . De manera similar, en Colosenses 3,13, Pablo insta a los creyentes a "soportarse unos a otros y perdonarse si alguno tiene una queja contra alguien. Perdona como el Señor te perdonó". Estos pasajes refuerzan la idea de que el perdón es un atributo esencial de la vida cristiana, arraigado en el ejemplo del amor y el perdón sacrificial de Cristo.

En conclusión, la parábola del siervo despiadado en Mateo 18,21-35 es una enseñanza poderosa y multifacética que subraya la importancia del perdón en la vida de un creyente. Revela la naturaleza ilimitada de la misericordia de Dios, la expectativa de que los creyentes extiendan esa misericordia a los demás, las terribles consecuencias de la falta de perdón, la necesidad de un perdón sincero y el papel de la comunidad cristiana en fomentar un espíritu de perdón. Al encarnar los principios de esta parábola, los creyentes pueden reflejar el carácter de Dios, experimentar la libertad que proviene del perdón y contribuir a un mundo más compasivo y reconciliado. 


 


ACTIVIDAD:

Haz un comic con una historia actual sobre el  perdón.










9 de marzo de 2025

CELEBREMOS SAN JOSÉ Y EL DÍA DEL PADRE

               

Todo lo que sabemos de San José, lo podemos entrever en la Biblia, especialmente en los evangelios de San Mateo y San Lucas.

Su silencio lo caracteriza y es precisamente a través de sus obras, de sus actos de fe, confianza, y sobre todo de su amor, lo que nos descubren a San José, como un gran santo.

Dios le encomendó ser el padre adoptivo del niño Jesús y esposo de la Virgen María, un privilegio y una gran responsabilidad, el santo custodio de la Sagrada Familia.

Vivió de forma sencilla, realizando en su vida cotidiana la misión que el Padre le había encomendado de la manera más perfecta posible, contribuyendo de este modo a la realización del proyecto de la salvación de Dios.

La vida de San José fue una vida de oración y silencio permaneciendo de este modo en diálogo con Dios; trabajador y honesto para mantener a su familia; padre y esposo, lleno de amor y compasión; obediente y de una profunda fe dejándose llevar en manos de Dios; hombre justo y casto, cuya imagen vemos representada por la azucena en la mano, símbolo de pureza y de su estado virginal, en la iconografía del arte cristiano.

Podríamos decir que la vida de San José, fue una peregrinación en la fe, que al igual que María, ambos permanecieron fieles hasta el final, en lo que se le había encomendado.

Virtudes destacadas de San José

·        Paternidad

«José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer, porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1, 20-21).

En esta cita bíblica se halla el núcleo central sobre San José. Fueron destacables entre otras virtudes, su obediencia y humildad, realizó lo mandado por el ángel y tomó a María con todo el misterio de la maternidad.

Se abre en esta disponibilidad y entrega absoluta al designio de Dios, que le pide el servicio de su paternidad, cooperando de este modo en el gran misterio de la redención; toda la vida de Jesús le ha sido confiada a su custodia.

En los evangelios se puede ver la tarea paterna de San José, realizada en los gestos que forman parte de la vida familiar: en su nacimiento, la circuncisión, la presentación de Jesús en el Templo… cada acontecimiento que se va desarrollando sobre su vida.

Se le ordena poner el nombre de Jesús, aunque no fuera fruto suyo, de esta manera declara su paternidad legalmente y proclamando su nombre define también su misión salvadora: «Y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1,21).

El Papa Francisco en la Carta Apostólica «Patris Corde« menciona la cita de Pablo VI donde se observa la paternidad manifestada concretamente «al haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio al misterio de la Encarnación y a la misión redentora que le está unida; al haber utilizado la autoridad legal, que le correspondía en la Sagrada Familia, para hacer de ella un don total de sí mismo, de su vida, de su trabajo; al haber convertido su vocación humana de amor doméstico en la oblación sobrehumana de sí mismo, de su corazón y de toda capacidad en el amor puesto al servicio del Mesías nacido en su casa» (Patris Corde, 1).

·        Obediencia y fe

Vemos en su persona como obedecía con docilidad, y siempre estaba oyente a la voz de Dios. En cada circunstancia de su vida se ve la respuesta dirigida hacia esta voluntad.

A través de sus sueños, se le reveló lo que tenía que hacer y se observa en él su obediencia sin pensar en las dificultades. Por la fe acató los caminos de Dios, en esa confianza que el Padre había depositado en él, al elegirlo padre de su hijo.

Acoge a María como le dice el ángel, deja a un lado sus propios razonamientos y asume lo que se le dice. Nos enseña a acoger lo que se nos da en nuestra propia vida, aunque no comprendamos.

«La acogida es un modo por el que se manifiesta en nuestra vida el don de la fortaleza que nos viene del Espíritu Santo. Solo el Señor puede darnos la fuerza para acoger la vida tal como es, para hacer sitio incluso a esa parte contradictoria, inesperada y decepcionante de la existencia» (Patris Corde, 4).

Se entregó completamente a esta misión que le encomendaba y puso su vida al servicio de ello.

Durante ella le acompañaron dolores y gozos, pero su fe y obediencia les conducía siempre en la confianza de que Dios estaba ahí.

Nos enseña a creer en Dios, a tener fe aún en medio de las dificultades, miedos, debilidades, por tanto, es necesario entonces, dejarnos abandonar en Él, para que lleve nuestra vida, porque Él tiene siempre la última palabra y su mirada es más amplia que la nuestra.

Aceptó todo por amor. Vemos como al igual que María, en cada circunstancia de la vida de José pronuncia también su «FIAT».

«Aceptó como verdad proveniente de Dios lo que ella ya había aceptado en la anunciación… Cuando Dios revela hay que prestarle «la obediencia de la fe», por la que el hombre se confía libre y totalmente a Dios, prestando a Dios revelador el homenaje del entendimiento y de la voluntad y asintiendo voluntariamente a la revelación hecha por él» (Redemptoris custos II).

·        Trabajo y silencio

San José se caracterizó por su silencio. Un silencio respetuoso y puesto al servicio de la escucha. Este silencio ayuda a tener una mirada hacia dentro para meditar y conocer la voluntad de Dios.

El Papa Benedicto dijo «dejémonos invadir por el silencio de San José«, el ruido nos impide escuchar o percibir las grandes verdades de la vida.

Su trabajo estaba envuelto en este silencio, era un humilde carpintero que bajo el esfuerzo de su trabajo, supo responder con fidelidad el cumplimiento de sus deberes, en un constante servicio.

El trabajo es un elemento fundamental para la dignidad de la persona y él nos enseña a hacer un trabajo justo, donde todos los dones que hemos recibido de Dios los ponemos a su servicio.

«…José acercó el trabajo humano al misterio de la redención» (Redemptoris custos IV). Por ello, los trabajadores están invitados a imitarle. Es posible servir a Cristo por medio de nuestro trabajo. «Todo cuánto que, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres…» (Col 3, 23s)

·        Custodio de la Iglesia

 Al igual que estuvo al cuidado de Jesús y María, como padre y esposo, con un corazón que fue capaz de amar y proteger al hijo de Dios y a su Madre, es por ello que se le encomienda también la Iglesia, su cuerpo místico.

Se encomienda a su protección y se le pide al igual que Él hizo, que su Iglesia colabore fielmente en la obra de la salvación siguiendo su ejemplo y pidiendo su intercesión.

Tarea que en la Iglesia compete a todos y a cada uno en su estado y tarea de vida.

«José, a la vez que continúa protegiendo a la Iglesia, sigue amparando al Niño y a su madre, y nosotros también, amando a la Iglesia, continuamos amando al Niño y a su madre» (Patris Corde, 5).

Qué nos dice a nosotros

A modo de conclusión, podemos ver cómo San José lo hizo todo ante los ojos de Dios, al que sirvió ejemplarmente.

Por lo tanto, la perfección y nuestro actuar como cristianos, en realidad se da en el cumplimiento de lo que Dios quiere de nosotros.

Con su ejemplo de vida nos enseña a amar, orar, sufrir, actuar rectamente para dar gloria a Dios con nuestra vida, en cada día que se nos da.

No es tan importante hacer «grandes cosas» sino hacer bien la tarea que debemos hacer.

«El participó en este misterio junto con Ella, comprometido en la realidad del mismo hecho salvífico, siendo depositario del mismo amor, por cuyo poder el eterno Padre «nos predestino a la adopción de hijos suyos por Jesucristo» (Ef 1,5) » (Redemptoris Custos, Introducción).

Por lo tanto, la fe y el amor con que cada cual va tejiendo su vida en el día a día es importante. Vivir con docilidad la voluntad del Padre, es vivir con un corazón agradecido por todo lo que recibimos, ser conscientes de la misión que se nos encomienda y ser fieles a ese llamamiento. 

Nos enseña a ser grandes desde la pequeñez como María (caridad), nos invita a confiar en el creador aunque aparentemente las cosas vayan en contra (fe) y nos induce a ponernos en camino apoyados en el cayado de la esperanza.

Festividad de San José

Celebramos su festividad el 19 de Marzo de cada año, Día de San José.

La devoción hacia él, comenzó en el s. IV en Oriente. Va surgiendo entre carpinteros que lo tenían como patrono, y va poco a poco extendiéndose hasta llegar a Santa Teresa de Jesús, muy conocida entre nosotros.

Con el Papa Sixto IV se introduce su fiesta en el calendario romano el 19 de Marzo. Es Gregorio V quien la estableció en 1621 fiesta de precepto (celebración que se mantuvo hasta la reforma litúrgica del Vaticano II). A partir de entonces, van naciendo las primeras congregaciones que llevaran su nombre.

En 1870, el Papa Pío IX, declaró a San José «Patrono de la Iglesia Universal«, modelo de padre y esposo custodio de la Sagrada Familia; Juan XXIII introdujo su nombre en el canon de la misa; Pío XII lo presentó como «Patrono de los trabajadores» y San Juan Pablo II como «Custodio del Redentor«, también muy querido por el pueblo se le conoce como «Patrono de la buena muerte«.

El 8 de Diciembre de 2020 el Papa Francisco con motivo del 150º aniversario de la declaración de San José, como «Patrono de la Iglesia», escribe la Carta Apostólica «Patris Corde» (Con corazón de padre).

Con el objeto de acercarnos más a San José, un padre que toda su vida nos refleja el amor a Dios y a su familia, un ejemplo de vida para todos.

Es conociéndole cómo descubrimos este amor y podemos pedir su intercesión para imitar sus virtudes. Su vida y ejemplo nos enseña a vivir el evangelio.








ACTIVIDAD:

Haz un dibujo libre de las virtudes de San José





El 19 de marzo se celebra en España el Día del Padre, una fiesta muy especial para todos los padres que tienen hijos.

Este día tan especial es un buen momento para que los niños homenajeen a sus papás y para que los padres disfruten de las muestras de cariño de sus hijos.

El día del padre es una ocasión perfecta para fortalecer la relación entre padres e hijos y hacer algo especial, único, diferente. No hay que olvidar que las celebraciones son siempre un motivo de alegría para las familias, sobre todo para los más pequeños.

Este día nos recuerda la importancia de la figura paterna a lo largo de la historia de la humanidad. Tradicionalmente su imagen estaba más relacionada con la manutención de la familia, la seguridad, la imposición de la disciplina, que con las emociones. Hoy, sin embargo, reconocemos el papel del padre en el campo de la educación infantil y en el desarrollo afectivo y emocional de los bebés y niños.


 







ACTIVIDAD:


















4 de marzo de 2025

INICIAMOS EL TIEMPO DE CUARESMA


Este tiempo se llama así porque dura cuarenta días. En la Biblia, el 40 es un número simbólico. Como ejemplos, tenemos los 40 días que duró el diluvio, o los 40 años que pasó el pueblo judío atravesando el desierto hacia la tierra prometida. O bien, los 40 días de oración y preparación que tuvo Cristo antes de iniciar su misión salvadora, ejemplo que nos ilustra de mejor manera lo que debe significar este tiempo.

¿Cuándo inicia la Cuaresma?

La Cuaresma cambia de fecha cada año, toda vez que la Pascua no tiene una fecha fija. La Pascua se celebra el primer domingo de luna llena de primavera, lo que significa que esta fecha depende del movimiento de la luna. Una vez que ya se tiene prevista la fecha de la Pascua, se hace la cuenta de los días hacia atrás y así se llega al inicio de la Cuaresma: Miércoles de Ceniza.

¿Por qué nos ponemos la ceniza el Miércoles de Ceniza?

En el pueblo judío, la ceniza significaba penitencia, arrepentimiento, e incluso, luto. De manera que el ponernos ceniza en la cabeza o en la frente es reconocer y expresar nuestro dolor por el pecado. Es decir, que la ceniza tiene un sentido penitencial.

Esto, además, nos recuerda el libro del profeta Jonás. Después de que él predicó a los pecadores, éstos se convirtieron, y para mostrar su arrepentimiento e implorar la misericordia de Dios, se pusieron ceniza en la cabeza.

La ceniza que se nos impone en la cabeza se obtiene de la quema de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior.

¿Qué hacer durante la Cuaresma?

Es un tiempo especial de oración, reflexión y revisión de vida para descubrir qué tenemos que cambiar o mejorar. Pero también es un tiempo para ser más misericordiosos, y es que no basta dejar a un lado la maldad, sino hacer que la bondad supere la maldad.

En concreto, lo que hay que hacer es tratar de cumplir con las tres propuestas que nos hace la Iglesia: limosna, oración y ayuno. También hay que hacer obras de misericordia, tanto espirituales como corporales, para tratar de acrecentar nuestra cercanía con Jesús nuestro Señor.

 






 


 


ACTIVIDAD:




DOÑA CUARESMA



Si contemplamos la tradición de la cuaresma desde el punto de vista gastronómico, esta nos dirige a un periodo de tiempo en que la cuaresma adquiere un carácter restrictivo, de ayuno. En el que hay que abstenerse de comer carne desde cuarenta días antes de la Pascua cristiana, justo después de los excesos cometidos en el Carnaval.

Ya que durante siglos ha estado prohibida una dieta en la que se incluyera la carne. El pescado y en especial los salazones de pescado y los potajes de legumbres y verduras adquirían el mayor protagonismo, ya que estos aportaban la suficiente energía sin recurrir a las proteínas cárnicas.

Entre los pescados solía haber congrio, abadejo, arenques, y el rey, el bacalao. Este se convirtió en símbolo por excelencia de los periodos de cuaresma. Solo tenemos que fijarnos en la representación de Doña Cuaresma, una vieja con siete pies (que representan a las siete semanas de penitencia) y que lleva en una mano una cesta con diferentes verduras y hortalizas y en la otra una pieza de bacalao.




CALENDARIO DE CUARESMA
 



La Vieja de la Cuaresma, la Cuaresmera, o la Patarrona,  es un calendario popular que solía colgarse en los escaparates de los ultramarinos para anunciar la venta de bacalao en salazón durante la Cuaresma. Esta peculiar figura se representa como una anciana con siete piernas, que simbolizan las siete semanas del período cuaresmal. Cada domingo, se recortaba una de sus piernas hasta llegar al Domingo de Resurrección, cuando la carne volvía a la mesa con un banquete de celebración.

El bacalao y las verduras eran los principales alimentos de este período religioso, y por ello, la Vieja de Cuaresma, siempre se ha representado sosteniendo estos productos. Su presencia no solo era habitual en los comercios, sino también en los hogares, donde ayudaba a marcar el paso del tiempo hasta la llegada de la Pascua.

La Cuaresma, como período de ayuno y abstinencia de carne previa a la Pascua, está documentada desde el siglo XIII en la literatura francesa, y en Castilla, desde el siglo XIV, en la obra del Arcipreste de Hita, «El Libro del Buen Amor».

En Castilla, donde el acceso al pescado fresco era complicado, el bacalao en salazón se convirtió en el gran protagonista de la cocina cuaresmal. Su versatilidad en la preparación y su conservación prolongada lo convirtieron en un alimento imprescindible para la población, manteniéndose hasta hoy en muchos platos tradicionales.









23 de febrero de 2025

MUJERES DE LA BIBLIA: REBECA



Génesis 24

El matrimonio de Isaac y Rebeca

1 ya era un anciano de edad avanzada, y el Señor lo había bendecido en todo.

2 Entonces dijo al servidor más antiguo de su casa, el que le administraba todos los bienes: "Coloca tu mano debajo de mi muslo, 3 y júrame por el Señor, Dios del Cielo y de la tierra, que no buscarás una esposa para mi hijo entre las hijas de los cananeos, con los que estoy viviendo, 4 sino que irás a mi país natal, y de allí traerás una esposa para Isaac".

5 El servidor le dijo: "Si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿debo hacer que tu hijo regrese al país de donde saliste?".

6 "Cuídate muy bien de llevar allí a mi hijo", replicó

7 "El Señor, Dios del cielo, que me sacó de mi casa paterna y de mi país natal, y me prometió solemnemente dar esta tierra a mis descendientes, enviará su Ángel delante de ti, a fin de que puedas traer de allí una esposa para mi hijo.

8 Si la mujer no quiere seguirte, quedarás libre del juramento que me haces; pero no lleves allí a mi hijo".

9 El servidor puso su mano debajo del muslo de , su señor, y le prestó juramento respecto de lo que habían hablado.

10 Luego tomó diez de los camellos de su señor, y llevando consigo toda clase de regalos, partió hacia Arám Naharaim, hacia la ciudad de Najor.

11 Allí hizo arrodillar a los camellos junto a la fuente, en las afueras de la ciudad. Era el atardecer, la hora en que las mujeres salen a buscar agua.

12 Entonces dijo: "Señor, Dios de , dame hoy una señal favorable, y muéstrate bondadoso con mi patrón .

13 Yo me quedaré parado junto a la fuente, mientras las hijas de los pobladores de la ciudad vienen a sacar agua.

14 La joven a la que yo diga: "Por favor, inclina tu cántaro para que pueda beber", y que me responda: "Toma, y también daré de beber a tus camellos", esa será la mujer que has destinado para tu servidor Isaac. Así reconoceré que has sido bondadoso con mi patrón".

15 Aún no había terminado de hablar, cuando Rebeca, la hija de Betuel "el cual era a su vez hijo de Milcá, la esposa de Najor, el hermano de " apareció con un cántaro sobre el hombro.

16 Era una joven virgen, de aspecto muy hermoso, que nunca había tenido relaciones con ningún hombre. Ella bajó a la fuente, llenó su cántaro, y cuando se disponía a regresar, 17 el servidor corrió a su encuentro y le dijo: "Por favor, dame un trago de esa agua que llevas en el cántaro".

18 "Bebe, señor", respondió ella, y bajando el cántaro de su hombro, se apresuró a darle de beber.

19 Después que lo dejó beber hasta saciarse, añadió: "También sacaré agua hasta que tus camellos se sacien de beber".

20 En seguida vació su cántaro en el bebedero, y fue corriendo de nuevo a la fuente, hasta que sacó agua para todos los camellos.

21 Mientras tanto, el hombre la contemplaba en silencio, deseoso de saber si el Señor le permitiría lograr su cometido o no.

22 Cuando los camellos terminaron de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba medio siclo, y lo colocó en la nariz de la joven; luego le puso en los brazos dos pulseras de diez siclos.

23 Después le preguntó: "¿De quién eres hija? ¿Y hay lugar en la casa de tu padre para que podamos pasar la noche?".

24 Ella respondió: "Soy la hija de Betuel, el hijo que Milcá dio a Najor". 25 Y añadió: "En nuestra casa hay paja y forraje en abundancia, y también hay sitio para pasar la noche".

26 El hombre se inclinó y adoró al Señor, 27 diciendo: "Bendito sea el Señor, Dios de mi patrón , que nunca dejó de manifestarle su amor y su fidelidad. Él ha guiado mis pasos hasta la casa de sus parientes".

28 Entretanto, la joven corrió a llevar la noticia a la casa de su madre.

29 Rebeca tenía un hermano llamado Labán.

30 Este, apenas vio el anillo y las pulseras que traía su hermana, y le oyó contar todo lo que el hombre le había dicho, salió rápidamente y se dirigió hacia la fuente en busca de él. Al llegar, lo encontró con sus camellos junto a la fuente.

31 Entonces le dijo: "¡Ven, bendito del Señor! ¿Por qué te quedas afuera, si yo he preparado mi casa y tengo lugar para los camellos?".

32 El hombre entró en la casa. En seguida desensillaron los camellos, les dieron agua y forraje, y trajeron agua para que él y sus acompañantes se lavaran los pies.

33 Pero cuando le sirvieron de comer, el hombre dijo: "No voy a comer, si antes no expongo el asunto que traigo entre manos". "Habla", le respondió Labán.

34 Él continuó: "Yo soy servidor de .

35 El Señor colmó de bendiciones a mi patrón y lo hizo prosperar, dándole ovejas y vacas, plata y oro, esclavos y esclavas, camellos y asnos.

36 Y su esposa Sara, siendo ya anciana, le dio un hijo, a quien mi patrón legó todos sus bienes.

37 Ahora bien, mi patrón me hizo prestar un juramento, diciendo: ‘No busques una esposa para mi hijo entre las hijas de los cananeos, en cuyo país resido.

38 Ve, en cambio, a mi casa paterna, y busca entre mis familiares una esposa para mi hijo’.

39  ¿Y si la mujer se niega a venir conmigo?, le pregunté.

40 Pero él me respondió: "El Señor, en cuya presencia he caminado siempre, enviará su Ángel delante de ti, y hará que logres tu cometido, trayendo para mi hijo una esposa de mi propia familia, de mi casa paterna.

41 Para quedar libre del juramento que me haces, debes visitar primero a mis familiares. Si ellos no quieren dártela, el juramento ya no te obligará".

42 Por eso hoy, al llegar a la fuente, dije: Señor, Dios de mi patrón , permíteme llevar a cabo la misión que he venido a realizar.

43 Yo me quedaré parado junto a la fuente, y cuando salga una joven a buscar agua, le diré: Déjame beber un poco de agua de tu cántaro.

44 Y si ella me responde: Bebe, y también sacaré agua para que beban tus camellos, esa será la mujer que tú has destinado para el hijo de mi señor.

45 Apenas terminé de decir estas cosas, salió Rebeca con un cántaro sobre el hombro. Y cuando bajó a la fuente para sacar agua, le dije: Por favor, dame de beber.

46 Ella se apresuró a bajar el cántaro de su hombro y respondió: "Bebe, y también daré de beber a tus camellos". Yo bebí, y ella dio agua a los camellos.

47 Después le pregunté: "¿De quién eres hija?". "Soy hija de Betuel, el hijo que Milcá dio a Najor", respondió ella. Yo le puse el anillo en la nariz y las pulseras en los brazos, 48 y postrándome, adoré y bendije al Señor, el Dios de, que me guio por el buen camino, para que pudiera llevar al hijo de mi patrón una hija de su pariente.

49 Y ahora, si ustedes están dispuestos a ofrecer a mi patrón una auténtica prueba de amistad, díganmelo; si no, díganmelo también. Así yo sabré a qué atenerme".

50 Labán y Betuel dijeron: "Todo esto viene del Señor. Nosotros no podemos responderte ni sí ni no.

51 Ahí tienes a Rebeca: llévala contigo, y que sea la esposa de tu patrón, como el Señor lo ha dispuesto.

52 Cuando el servidor de oyó estas palabras, se postró en tierra delante del Señor.

53 Luego sacó unos objetos de oro y plata y algunos vestidos, y se los obsequió a Rebeca. También entregó regalos a su hermano y a su madre.

54 Después él y sus acompañantes comieron y bebieron, y pasaron la noche allí. A la mañana siguiente, apenas se levantaron, el servidor dijo: "Déjenme regresar a la casa de mi patrón".

55 El hermano y la madre de Rebeca respondieron: "Que la muchacha se quede con nosotros unos diez días más. Luego podrás irte".

56 Pero el servidor replicó: "No me detengan, ahora que el Señor me permitió lograr mi cometido. Déjenme ir, y volveré a la casa de mi patrón".

57 Ellos dijeron: "Llamemos a la muchacha, y preguntémosle qué opina". 58 Entonces llamaron a Rebeca y le preguntaron: "¿Quieres irte con este hombre?". "Sí", respondió ella.

59 Ellos despidieron a Rebeca y a su nodriza, lo mismo que al servidor y a sus acompañantes, 60 y la bendijeron, diciendo:

"Hermana nuestra, que nazcan de ti

millares y decenas de millares;

y que tus descendientes conquisten

las ciudades de sus enemigos".

61 Rebeca y sus sirvientas montaron en los camellos y siguieron al hombre. Este tomó consigo a Rebeca, y partió.

62 Entretanto, Isaac había vuelto de las cercanías del pozo de Lajai Roí, porque estaba radicado en la región del Négueb.

63 Al atardecer salió a caminar por el campo, y vio venir unos camellos.

64 Cuando Rebeca vio a Isaac, bajó del camello

65 y preguntó al servidor: "¿Quién es ese hombre que viene hacia nosotros por el campo?". "Es mi señor", respondió el servidor. Entonces ella tomó su velo y se cubrió.

66 El servidor contó a Isaac todas las cosas que había hecho,

67 y este hizo entrar a Rebeca en su carpa. Isaac se casó con ella y la amó. Así encontró un consuelo después de la muerte de su madre.


Génesis 25, 20-28

Madre de dos naciones

20. Tenía Isaac cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel, el arameo de Paddán Aram, y hermana de Labán el arameo.

21. Isaac suplicó al Señor  en favor de su mujer, pues era estéril, y Él le fue propicio, y concibió su mujer Rebeca.

22. Pero los hijos se entrechocaban en su seno. Ella se dijo: «Siendo así, ¿para qué vivir?» Y fue a consultar al Señor.

23. Y Él le respondió: «Dos pueblos hay en tu vientre, dos naciones que, al salir de tus entrañas, se dividirán. La una oprimirá a la otra; el mayor servirá al pequeño.»

24. Cumpliéndose  los días de dar a luz, y resultó que había dos mellizos en su vientre.

25 El que salió primero era rubio, y estaba todo cubierto de vello, como si tuviera un manto de piel. A este lo llamaron Esaú.

26 Después salió su hermano, que con su mano tenía agarrado el talón de Esaú. Por ello lo llamaron Jacob. Cuando nacieron, Isaac tenía sesenta años.

27 Los niños crecieron. Esaú se convirtió en un hombre agreste, experto en la caza. Jacob, en cambio, era un hombre apacible y apegado a su carpa.

28 Isaac quería más a Esaú, porque las presas de caza eran su plato preferido; pero Rebeca sentía más cariño por Jacob.

Explicación:

Dos naciones están en tu seno fue un anuncio profético de que Jacob estaba destinado a convertirse en el padre de las doce tribus de Israel y patriarca del pueblo elegido de Dios. Por el contrario, Esaú se convertiría en el progenitor de la nación de Edom (Edomitas) 

Historia de Esaú y Jacob (Génesis 25,30; 32,3; 36,1; 36, 30). 

La rivalidad entre hermanos que había comenzado con los empujones en el vientre materno continuaría a lo largo de sus vidas y sería heredada por las naciones que estos gemelos engendrarían.