9 de noviembre de 2025

TENEMOS UNA MISIÓN 5: LOS CRISTIANOS

LOS CRISTIANOS ESCUCHAMOS LA LLAMADA DE DIOS


La palabra "vocación" significa llamada. para los cristianos la vocación es la llamada que Dios hace a cada persona. Dios nos llama en nuestro interior y nos da a conocer la misión para la que hemos sido creados. Todos las llamadas de Dios tienen como fin: ser felices y hacer felices a los demás.
Los cristianos respondemos libremente a esa misión. Por el bautismo, sabemos que nuestra misión es hacer el bien y ser testigos del amor de Jesús. Vivir así es vivir la vocación cristiana. Hay personas que lo hacen dedicando su vida a Dios y ayudando a los demás, otras formando una familia, algunas componiendo música, construyendo edificios o pintando cuadros... Todos debemos desarrollar nuestra vocación y descubrir la misión que Dios tiene para nosotros.





GRETA THUNBERG sentía que tenía una misión con 8 años: defender los derechos del planeta.




MADRE TERESA DE CALCUTA descubrió con 18 años que su misión era amar a Dios y al prójimo.




PAPA FRANCISCO sintió con 16 años que Dios tenía una misión para él: ser sacerdote.

 

Un talento es la capacidad natural que tiene una persona para realizar una determinada actividad o tarea. Por ejemplo: cantar, dibujar o tocar el piano. Todas las personas tienen uno o varios talentos, que son habilidades que les permiten destacarse por sobre los demás en una disciplina o actividad.

“Hay una diferencia entre los talentos naturales y los dones sobrenaturales. Los talentos vienen por medio de los genes de herencia natural; los dones vienen directamente de Dios. Los talentos vienen del primer Adán y por muy atractivos que sean, aun son parte de la naturaleza caída del hombre.

Son las buenas aptitudes de las que dispone una persona para hacer algo en concreto. Cada persona tiene sus talentos, variando de individuo en individuo. Cada persona tiene capacidades y aptitudes distintas para realizar tareas o actividades concretas. Podemos hablar de talentos innatos y talentos adquiridos.

Iniciar, analizar, organizar, liderar, comunicar, competir, tener prudencia, empatizar, armonizar, focalizar, reparar, sentir, y tener estrategia entre muchos otros.

¿Cuáles son los dones y talentos?

“Hay una diferencia entre los talentos naturales y los dones sobrenaturales. Los talentos vienen por medio de los genes de herencia natural; los dones vienen directamente de Dios.

Los doce frutos del Espíritu son caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad.

Los siete dones son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Es verdad que «Los Dones del Espíritu Santo» son distintos y variados porque Él no se repite. Pero esta multiplicidad de carisma está destinada a conjuntarse y complementarse.

Una virtud es un concepto abstracto que hace referencia a una forma adecuada o correcta de comportarse, según una determinada sociedad o cultura . A diferencia del talento, con una virtud no se nace, sino que según cómo seamos y nos comportemos en nuestra vida, nos acercamos más o menos a ella.




 









ACTIVIDAD:



2 de noviembre de 2025

TENEMOS UNA MISIÓN 5: LOS CRISTIANOS

LOS CRISTIANOS ESCUCHAMOS LA LLAMADA DE DIOS


La palabra "vocación" significa llamada. para los cristianos la vocación es la llamada que Dios hace a cada persona. Dios nos llama en nuestro interior y nos da a conocer la misión para la que hemos sido creados. Todos las llamadas de Dios tienen como fin: ser felices y hacer felices a los demás.
Los cristianos respondemos libremente a esa misión. Por el bautismo, sabemos que nuestra misión es hacer el bien y ser testigos del amor de Jesús. Vivir así es vivir la vocación cristiana. Hay personas que lo hacen dedicando su vida a Dios y ayudando a los demás, otras formando una familia, algunas componiendo música, construyendo edificios o pintando cuadros... Todos debemos desarrollar nuestra vocación y descubrir la misión que Dios tiene para nosotros.





GRETA THUNBERG sentía que tenía una misión con 8 años: defender los derechos del planeta.




MADRE TERESA DE CALCUTA descubrió con 18 años que su misión era amar a Dios y al prójimo.




PAPA FRANCISCO sintió con 16 años que Dios tenía una misión para él: ser sacerdote.

 

Un talento es la capacidad natural que tiene una persona para realizar una determinada actividad o tarea. Por ejemplo: cantar, dibujar o tocar el piano. Todas las personas tienen uno o varios talentos, que son habilidades que les permiten destacarse por sobre los demás en una disciplina o actividad.

“Hay una diferencia entre los talentos naturales y los dones sobrenaturales. Los talentos vienen por medio de los genes de herencia natural; los dones vienen directamente de Dios. Los talentos vienen del primer Adán y por muy atractivos que sean, aun son parte de la naturaleza caída del hombre.

Son las buenas aptitudes de las que dispone una persona para hacer algo en concreto. Cada persona tiene sus talentos, variando de individuo en individuo. Cada persona tiene capacidades y aptitudes distintas para realizar tareas o actividades concretas. Podemos hablar de talentos innatos y talentos adquiridos.

Iniciar, analizar, organizar, liderar, comunicar, competir, tener prudencia, empatizar, armonizar, focalizar, reparar, sentir, y tener estrategia entre muchos otros.

¿Cuáles son los dones y talentos?

“Hay una diferencia entre los talentos naturales y los dones sobrenaturales. Los talentos vienen por medio de los genes de herencia natural; los dones vienen directamente de Dios.

Los doce frutos del Espíritu son caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad.

Los siete dones son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Es verdad que «Los Dones del Espíritu Santo» son distintos y variados porque Él no se repite. Pero esta multiplicidad de carisma está destinada a conjuntarse y complementarse.

Una virtud es un concepto abstracto que hace referencia a una forma adecuada o correcta de comportarse, según una determinada sociedad o cultura . A diferencia del talento, con una virtud no se nace, sino que según cómo seamos y nos comportemos en nuestra vida, nos acercamos más o menos a ella.




 









ACTIVIDAD:



26 de octubre de 2025

TENEMOS UNA MISIÓN: CELEBRAR LAS FIESTAS DE TODOS LOS SANTOS Y TODOS LOS DIFUNTOS

 El mes de noviembre se inicia con dos grandes Celebraciones cristianas:

El día 1º de noviembre, la Fiesta de Todos los Santos.

El día 2 de noviembre, la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos.

Junto a estas Celebraciones, se ha ido extendiendo la Noche de Halloween, el 31 de octubre, pero ésta no es una fiesta cristiana; ahora bien, si se celebra como una fiesta de disfraces y de forma sana, por ejemplo con regalos de dulces a los niños, no hay problema; en cambio es nociva y rompe con la fe en Cristo cuando se relaciona con supersticiones e incluso cultos satánicos. De manera semejante, el culto a la santa muerte no es expresión de fe cristiana.

El Día de Todos los Santos es una gran celebración para la Iglesia. En el Día de Todos los Santos, estamos obligados a asistir a Misa para alabar y adorar a Dios y honrar la vida de los santos.

Detengámonos más en nuestras Fiestas cristianas:

El 1º de noviembre, Fiesta de Todos los Santos: En que nos alegramos no sólo con los beatos y los santos canonizados por la Iglesia en un acto oficial y público, sino que incluimos a todos los que ya gozan de la redención de Cristo Jesús y así participan en la gloria de Dios.

Entre ellos hay familiares y amigos, por ejemplo aquellos cuyo testimonio de vida nos ha llevado hacia Dios. Los santos son nuestros intercesores ante Dios y nos motivan para asumir también nosotros el anhelo de santidad, de modo que participemos un día en esta gloria de Dios, que ha de ser la meta máxima de nuestra vida. Nos dice san Juan: “Ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.” (1Juan 3,2). Por eso celebramos con gozo esta Fiesta de Todos los Santos, uniéndonos a ellos para alabar a Dios y renovar la esperanza de gozar un día con ellos y como ellos la visión eterna de Dios.


Los católicos estamos de fiesta porque el 1º de noviembre se celebra a todos los santos. Esa es la verdadera fiesta de estos días, celebrar a los monstruos y a las brujas no es de cristianos. Celebrar el día de muertos es una tradición de nuestra patria, y es bueno que como cristianos hagamos oración por nuestros difuntos. Pero ¿por qué celebrar la fiesta de todos los santos? ¿Quiénes son los santos?

Los santos no son personas diferentes de nosotros, en todos los tiempos ha habido santos, de diferente edad, unos niños, otros jóvenes, adultos, viejitos, hay santos y hay santas, unos flaquitos, otros gorditos, unos muy inteligentes otros muy sencillos, algunos han nacido muy ricos otros fueron muy pobres, unos son blancos otros negros, unos han sido santos desde pequeños, otros llevaron una vida en la que no conocían a Dios, y se portaron muy mal, pero cuando se encontraron con Jesús, cambiaron, y decidieron ser felices siguiéndolo.

Todos, pero todos, estamos llamados a ser santos, Dios nos quiere santos, y para eso nos dio el Don de la Fe, fue su regalo cuando nos bautizaron, y todos los que estamos bautizados tenemos que ser santos, pero también tenemos que querer serlo. El Don de la Fe es más grande que todos los súper poderes de tus héroes favoritos y además es de verdad. Pero la fe no es para tener unos músculos muy fuertes, o para poder volar, o ver a través de las paredes, ni para golpear a nadie.

Ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como él, hacer el bien como él, amar como él. SER SANTO ES SER AMIGO DE JESÚS.

¿A qué Santo o santa conoces?, ¿por qué es santo? Hacer una pequeña lista como la de los superhéroes pero de los santos que los niños vayan nombrando. ¿En tu casa hay imágenes de algún santo o santa? ¿Sabes cómo vivió, qué hizo para ser santo? ¿En la tele has visto que pongan a los santos?

Vamos ahora a conocer algunos de ellos.

Hace un tiempo hubo un niño llamado Domingo Savio, que desde muy chiquito entendió que ser amigo de Jesús era lo más importante en la vida. El día que hizo su primera comunión, escribió en un papelito: "Mis amigos serán Jesús y María, me confesaré y comulgaré los domingos y días de fiesta, prefiero morir antes que pecar". Quería hacer la voluntad de Dios en todo. Un día un maestro preguntó en el recreo a todos los niños: "Si supieran que hoy iban a morir ¿qué harían?, uno contestó "correría con mi mamá", otro dijo: "yo iría a la Iglesia a rezar y a confesarme", y Domingo dijo: "seguiría jugando porque en este momento esa es la voluntad de Dios". Era un niño alegre, feliz, porque amaba a Jesús.



¿A qué Santo o santa conoces?, ¿por qué es santo? Hacer una pequeña lista como la de los superhéroes pero de los santos que los niños vayan nombrando. ¿En tu casa hay imágenes de algún santo o santa? ¿Sabes cómo vivió, qué hizo para ser santo? ¿En la tele has visto que pongan a los santos?

Santa Teresita, también amaba mucho a Jesús y a María Santísima, tenía muchas hermanas y todas ellas quisieron consagrarse al Señor. Ella siempre supo que todas las cosas pequeñas, oraciones, trabajos, servicios hechos con amor eran lo que agradaba a Dios, un día le dijo a Jesús que ella quería ser su "pelotita" para que el niño Jesús jugara con ella. Cuando recibía la Sagrada Comunión era la más feliz del mundo. Era buena con todos y buscaba hacer favores a las personas que no sabían dar las gracias y eso le costaba trabajo pero se lo ofrecía a nuestro Señor. Rezaba como quien platica con el mejor de los amigos porque conocía muy bien quien era Jesús.



San Agustín fue un gran santo, pero él no siempre se portó bien, hacía sufrir a su mamá con su mal comportamiento, pero su mamá que era muy santa, se llamaba Mónica, rezaba mucho para que su hijo conociera a Jesús, y el día que Agustín encontró a Jesús en su vida se llenó de tanta alegría que ya no quiso nunca más pecar, fue con su mamá y juntos rezaron y dieron gracias a Dios. San Agustín llegó a ser Obispo y tenía tanta confianza en el amor de Dios que le decía: "Señor, nos creaste para Ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti". Pensaba y meditaba en las cosas de Dios, escribió muchos libros que ahora en la Iglesia sirven de guía para todos los cristianos. Decía también: "Ama y haz lo que quieras", porque sabía muy bien, que cuando se ama a Dios sólo harás lo que le agrada.


La Madre Teresa de Calcuta, quiso agradar a Jesús sirviendo a los más pobres, a los que nada tenían, a los que no podían pagar con nada, cuidaba con mucho amor a los enfermos porque decía que en los enfermos más pobres encontraba a Jesucristo. Todas las mañanas asistía a Misa, y comulgaba, para que todo lo que hiciera en el día fuera obra de Jesús. Cuando ya estaba muy viejita, seguía trabajando, hablaba a mucha gente, a los presidentes de los países, a los sacerdotes a personas de todo el mundo y los invitaba a que cuidaran la vida de todas las personas, sobre todo la de los niños. Ella rezaba siempre el Santo Rosario porque así siempre tenía la ayuda de la Virgen María.


Otros santos, han ido a lugares muy lejanos donde no se conoce a Jesús y les enseñan a amar a nuestro Señor, a ellos se les llaman Misioneros, algunos han muerto dando su vida por la fe, estos son los Mártires. Otros se han dedicado a cuidar a los enfermos, a los pobres, algunos fundaron colegios para que los niños se educaran y conocieran a Jesús.  Otros se han quedado en su ciudad y en su casa pero han hecho la voluntad de Dios y se han mantenido en su amistad. Algunos santos son muy conocidos por todos, pero hay otros que nadie conoce, más que Dios. Otros que han estado enfermos le entregan a Jesús todos sus sufrimientos, y así, nos encontramos que aunque los santos no salen mucho en la televisión ni los periódicos nos platican de ellos, están haciendo que en el mundo brille la gloria de Dios.

Los nombres que tenemos muchas veces son los nombres de algún santo o santa, son nuestros patronos, por ejemplo San Carlos, Santa Teresa, Santa Cecilia, San Pedro, San Juan, San Alberto etc.

Los santos, o sea los que ya están en el cielo porque vivieron su bautismo, a ellos se les veneran porque son:

Modelo: Porque viendo lo que ellos hicieron para ser amigos de Dios nosotros los podemos imitar.

Estímulo: Porque ellos, lucharon como ahora nosotros y ya gozan de la herencia a la que también nosotros estamos llamados.

Intercesores: Son amigos y hermanos nuestros y grandes bienhechores a quienes podemos recurrir suplicándoles que hagan valer su influencia ante Dios en ayuda de nuestras necesidades.

EXPERIENCIA CRISTIANA

Ya nos dimos cuenta que los superhéroes son algunos personajes de la televisión, que nos divertimos y jugamos a que somos ellos, pero que en realidad no podemos tener súper poderes porque ellos sólo existen en las caricaturas y las películas, en cambio los santos son aquellos que han sido fieles a su bautismo, que el don de la fe que recibieron lo usaron muy bien.  El Papa Juan Pablo II nos ha invitado a vivir la santidad muchas veces, él ha llevado una vida de santidad y ha llevado al altar a muchos santos, y nos dice que para ser santos hay que:

Orar: Hacer oración, no sólo rezar oraciones de memoria sino poner en ellas el corazón, orar es platicar con Dios.

Ir a Misa y comulgar. La Misa (La Eucaristía), es el lugar más hermoso del mundo, es como estar en el cielo porque ahí está presente Jesús que se nos da en la comunión.

La Confesión. Acercaros seguido al perdón que Dios siempre nos da cuando hemos pecado. Así recuperamos su amistad y volvemos a ser felices.

La Gracia. Confiar en Dios, saber que sólo porque Jesús nos acompaña siempre, podemos ser buenos.

Escuchar la Palabra de Dios. Conocer lo que Dios nos dice en la Biblia, aprender el catecismo, para hacer lo que le agrada a Dios.

Anunciar la Palabra de Dios. Ser misioneros, llevar a otros la alegría de encontrarse con Jesús, lo podemos hacer con palabras, con nuestro comportamiento, con nuestra compañía, ayudando a los demás con amor.

La Santísima Virgen, san José, los apóstoles, mártires y santos todos esperan nuestro triunfo, están atentos a nuestra lucha, no nos olvidan.


 













Posters cooperativos








Al día siguiente, el 2 de noviembre, nos uniremos en oración por Todos los Fieles Difuntos, familiares, amigos y difuntos del mundo entero y que no nos consta si se han salvado o no, sólo Dios lo sabe; pero acudimos a la misericordia divina pidiendo que si ellos al morir se han unido a la muerte de Cristo, ahora se unan a su resurrección. Es normal que nos duela la muerte de los seres queridos, especialmente si ha sido reciente, pero los seguimos entregando a Dios, pidiéndole que ellos gocen ahora de su presencia.

Al celebrar a Todos los Fieles Difuntos, también ofrecemos a Dios lo que nos queda de vida, para realizarla según Dios, y nos preparamos a nuestra propia muerte, sabiendo que al final de nuestra vida se nos juzgará sobre el amor, no sólo manifestado de palabra o en nuestras devociones sino sobre todo en nuestras buenas obras.








19 de octubre de 2025

TENEMOS UNA MISIÓN 4: MOISÉS

   

 

 Dios pidió a Moisés ir a Egipto a salvar a su pueblo de la esclavitud.




Moisés 1515 escultura de Miguel Ángel
Basílica de San Pietro in Vincoli en Roma 
Italia 


El faraón egipcio ordenó matar a todos los recién nacidos israelitas. Para salvar a Moisés, su madre lo escondió en una cesta para que lo encontrara la hija del faraón, que lo cuidó como su hijo adoptivo. Cuando el niño creció tuvo que huir de Egipto; mientras tanto, los israelitas eran tratados como esclavos y pedían ayuda a Dios. Este escuchó sus suplicas y envió a Moisés para liberarlos.






¿Qué le pidió Moisés a Dios?

Generalmente pensamos que la relación de Moisés y Dios no era recíproca, es decir, que solo era Dios quien pedía cosas a Moisés y este le obedecía, pero la realidad es que fueron varias las ocasiones en las que Moisés le pidió algo a Dios, aunque generalmente las peticiones eran para poder cumplir lo que Dios le había pedido antes.

La primera petición que podemos encontrar en la Biblia está bastante relacionada con la liberación del pueblo de Israel, y es que fue el propio profeta el que pidió a Dios que interviniera de algunas formas para poder lograr que el faraón liberara a los hebreos de la esclavitud. Para ello Moisés pidió a Dios numerosos milagros que pudieran ayudar a los hebreos a escapar de Egipto, como por ejemplo las 10 plagas, o el abrir el Mar Rojo cuando ya escapaban de Egipto.

Al llegar al desierto Moisés no era capaz de guiar a los hebreos, ya que no tenía la educación necesaria para realizar esa labor, por lo que el profeta le pidió a Dios que le guiara por el trayecto, ya que era la única forma de llegar a la Tierra Prometida.

A lo largo de la travesía los hebreos desobedecieron en múltiples ocasiones a Dios, especialmente al creer en otros ídolos o renunciar a Dios. En estos casos, Moisés pidió a Dios perdón y misericordia para su pueblo, ya que consideraba que estaban teniendo una prueba de fe muy compleja, y necesitaban tiempo para creer en la palabra de Dios.

Por todo esto podemos decir que la relación de Moisés con Dios fue muy recíproca, ya que ambos pidieron cosas al otro, y en la mayor parte de las cosas ambos respondieron positivamente a la petición del otro. Tal vez la única vez que ambos chocaron fue sobre la llegada de Moisés a Tierra Santa, ya que se le fue prohibida la entrada por romper las tablas de los 10 mandamientos, ya que las lanzó al suelo por un ataque de furia, y aunque Moisés le pidiera poder entrar, la respuesta de Dios fue que no.

Moisés tenía dos misiones básicamente:

1.- Una la de liberar al pueblo hebreo de la esclavitud y llevarlos hasta la Tierra Prometida,

2.- Por otra parte servir como comunicador entre Dios y los judíos, para así trasmitirles las leyes religiosas.




 







12 de octubre de 2025

TENEMOS UNA MISIÓN 3: ABRAHAM

  Historia del padre de la fe, Abraham y su familia.


 



 Dios pidió a Abrahán salir de tierra para ser padre de un gran pueblo.



                                                                      Sacrificio de Isaac 1588 de Palo Veronés 
                                                                                   Museo del Prado (Madrid) España

Abrahán es el primero de los patriarcas del pueblo de Dios y es considerado el "Padre de los creyentes". Dios le pidió salir de su pueblo e ir a una tierra nueva y le prometió "tendrás tantos hijos como hay estrellas en el cielo". 
Abram le creyó a Dios.

RESUMEN DE LA HISTORIA DE ABRAHÁN

Un día, Dios se le apareció a Abraham y le dijo: “Abram, quiero que dejes tu hogar y a tu familia, y vayas a una tierra que te mostraré “. Aunque esto parecía un poco extraño, Abraham confiaba en Dios y sabía que tenía un plan para él.

Así que Abram reunió a su esposa Sarai, a su sobrino Lot y a todos sus animales, y comenzó a viajar hacia la tierra que Dios le había prometido. Fue un largo viaje, pero finalmente llegaron a la tierra de Canaán.

Dios le prometió a Abraham que esta tierra sería para él y para su descendencia, y que su familia sería tan numerosa como las estrellas del cielo. Abraham y Sarai estaban muy emocionados por esta promesa, pero había un problema: ellos no tenían hijos y eran muy mayores.

Pero Dios hizo un milagro y les concedió un hijo, al que llamaron Isaac. Abraham estaba muy agradecido a Dios y siempre le obedecía. En una ocasión, Dios le pidió que sacrificara a su hijo Isaac como una prueba de fe. Abraham confiaba en Dios y estaba dispuesto a obedecer, pero en el último momento, Dios envió un ángel para detenerlo y le dijo que había demostrado su lealtad.

Abraham vivió muchos años más y su familia se multiplicó, tal y como Dios le había prometido. Se convirtió en un ejemplo de fe y obediencia para todos nosotros.


¿Qué enseña la historia de Abraham a los niños?

La importancia de escuchar a Dios: Abraham nos enseña que es crucial estar atentos a la voz de Dios y seguir sus instrucciones. Él confió en Dios y obedeció cuando le pidió que dejara su tierra y se dirigiera a un lugar desconocido. Esto nos muestra que cuando escuchamos a Dios y confiamos en él, podemos tomar decisiones sabias y experimentar bendiciones en nuestras vidas.

La importancia de la paciencia: Abraham y su esposa Sara esperaron durante muchos años antes de tener un hijo. A veces, nuestras bendiciones o deseos pueden tardar en cumplirse, pero la historia de Abraham nos recuerda la importancia de ser pacientes y confiar en el momento perfecto de Dios. Aunque puede ser difícil esperar, la paciencia nos ayuda a cultivar una actitud de confianza y gratitud.

El valor de la obediencia: Abraham nos muestra que la obediencia a Dios es un valor fundamental en nuestra relación con él. A través de su obediencia, Abraham recibió bendiciones y se convirtió en un instrumento poderoso en las manos de Dios. Esto nos enseña que cuando obedecemos a Dios y seguimos sus mandamientos, estamos abriendo la puerta a su guía y bendición en nuestras vidas.

El amor y cuidado de Dios: La historia de Abraham también revela el amor y cuidado de Dios por su pueblo. A lo largo de la historia, vemos cómo Dios protegió a Abraham y guio sus pasos. Esto nos recuerda que, así como Dios cuidó y bendijo a Abraham, también nos cuida y nos ama profundamente. Podemos confiar en que Dios está siempre presente y dispuesto a ayudarnos en cada paso de nuestro camino.

ACTIVIDADES:

1.- Preguntas sobre la historia de Abraham

¿Quién fue Abraham?

¿Qué le dijo Dios a Abraham que hiciera?

¿Qué promesa hizo Dios a Abraham en la nueva tierra?

¿Cómo se llamaba el hijo que Dios le dio a Abraham y Sara?

¿Qué prueba difícil le pidió Dios a Abraham?

¿Qué hizo Abraham cuando Dios le pidió que sacrificara a Isaac?

¿Qué animal fue usado en lugar de Isaac para el sacrificio?

¿Qué lecciones podemos aprender de la historia de Abraham?







El domingo 19 de octubre la Iglesia celebra el DOMUND, la Jornada Mundial de las Misiones, organizada por Obras Misionales Pontificias(OMP). Es el día en el que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones. Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”. Este año el lema elegido para la celebración de esta Jornada es “Misioneros de esperanza entre los pueblos».

«Misioneros de esperanza entre los pueblos», lema de este año

El lema de este año para el Domund”, viene dado en el mensaje del papa Francisco para este Día. En él, recordaba a cada cristiano, y a la Iglesia como comunidad de bautizados, su vocación fundamental a ser mensajeros y constructores de esperanza. Esta vocación necesita el apoyo del resto de la Iglesia. ¿Cómo? Hay tres formas de cooperación misionera: personal, espiritual y económica. No se trata sólo de colaborar con la misión, sino de participar en ella. 

España: segundo país que más colabora con el Domund

En la actualidad, España es el segundo país que más colabora con el Domund, por detrás de Estados Unidos. Nuestro país envió a misiones en 2024 10.351.613,49€ para la financiación de los proyectos de 2025.

Además, España es uno de los países que más misioneros tiene repartidos por el mundo. Unas 377 instituciones envían misioneros a la misión, cada una con un carisma diferente, pero todas en comunión con la Iglesia.

En la base de datos de OMP, hay registrados 9.648 misioneros españoles. De ellos, 5.624 están en destino, y 4.024 en España, colaborando con la animación misionera o a la espera de nuevos destinos. Además, el 53% de los misioneros españoles son mujeres, y el 47% hombres y el país con más misioneros españoles es Perú (524).

Cabe destacar en este día que en total existen 1.131 territorios de misión, que representan un tercio de las diócesis del mundo. En ellos, se encuentran cerca de la mitad de las escuelas de la Iglesia Católica, y el 30% de sus instituciones sociales (hospitales, orfanatos, residencias…).


JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES

El Domund es el día en que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones.

Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”.








ESPERANZA CON FUNDAMENTO

José María Calderón,

Director de OMP en España

En este mundo en el que vivimos, hay muchas promesas. Los políticos, los economistas, los publicistas, los comerciales…, todos nos prometen un mundo mejor, sin tanto sufrimiento, sin tanta guerra, y ¡nunca termina de hacerse realidad!

Es una promesa ingenua y sin fundamento, porque se olvidan de que el ser humano es pecador y, mientras estemos en esta tierra, siempre habrá egoísmo, soberbia, deseos de venganza… Lo “divertido” es que ¡los que lo prometen también son pecadores!; y muchas veces sus promesas se convierten en trampolín para conseguir ellos lo que prometen, pero que a los demás no dan. Además, se olvidan de que en este mundo siempre, siempre, habrá enfermedades, catástrofes, accidentes… involuntarios, pero reales. Y, por mucho que nos esforcemos, no conseguiremos evitarlos.

No es que no crea que el hombre puede hacer cosas bonitas y grandes en este mundo. De hecho, es algo que no podemos dejar de desear, pero con sentido de la realidad: la esperanza no la dan las cosas de esta tierra; la esperanza de verdad la da exclusivamente Dios.

Por eso, me atrevo a decir que los hombres y mujeres que han abandonado todo para dedicar su vida a llevar la verdad del Evangelio son lo que pueden provocar la esperanza en las personas, en las culturas, en los pueblos. Los misioneros que proponen el verdadero ideal del hombre, que no es otro que Cristo, son, sin duda, sembradores de esperanza para aquellos cuyo horizonte es pequeño y caduco.

No prometen falsas riquezas, no prometen un mundo sin dolor. Al dolor lo llaman cruz, y en la Cruz encuentran al Redentor. No prometen un mundo sin injusticias y sin abusos ni atropellos, porque no promueven una ideología. Prometen un mundo en el que el hombre está llamado a convertirse, a mirarse ante el Salvador y proponerse renovar su deseo de eternidad.

El Domund de este año nos pone delante a esos sacerdotes, religiosas, obispos, laicos y familias que no viven de utopías, de sueños inalcanzables, sino que miran al mundo, a los pueblos, a las gentes con un profundo amor y desean darles la seguridad de un Dios que les ama con locura y que quiere para ellos lo mejor. Un Dios que ha regalado al hombre que se dirige a Él el perdón y la misericordia. Un Dios que le ha prometido la felicidad para toda la eternidad. Un Dios que no le engaña y no le dice que su vida, aquí en la tierra, va a ser perfecta, pero sí le asegura su compañía, su consuelo y su gracia en todo momento, y, de modo particular, en los tiempos de dolor, de angustia, ¡de cruz!

 Lo hemos comprobado todos. Cuando algún amigo, quizás nuestra madre o nuestro padre, nos ha hablado al corazón de ese Dios que quiere estar cerca de nosotros y que quiere compartir nuestro dolor, se nos han esponjado las entrañas, nos hemos quedado con más paz, hemos descubierto que ¡el mal no tiene la última palabra!

Evidentemente, las palabras de ánimo y de fe que nuestros misioneros transmiten ¡van acompañadas de obras de amor!; y esas obras ayudan a crecer, también, humanamente. Son realidades tangibles, como escuelas, dispensarios, orfanatos, casas de acogida…, que nos recuerdan que el hombre es también de carne, y vive en un mundo del que se tiene que valer para vivir con dignidad y con proyección a un futuro. ¡El mismo Dios se hizo hombre!, “trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejante en todo a nosotros, excepto en el pecado”; por eso, el Concilio no duda en afirmar: “Cristo, el nuevo Adán…, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación” (GS 22).

Para quienes tenemos fe, la Jornada del Domund es una oportunidad que se nos da para que cada uno de nosotros nos alegremos cuando nos enteramos de que, en África, en Asia, en América, los misioneros están trabajando denodadamente por llevar la esperanza verdadera al corazón de tantísimas personas que no conocen a Cristo. Esos “Misioneros de esperanza entre los pueblos” están haciendo posible que muchos descubran la belleza y dignidad de sus vidas. Están transformando este mundo en el Reino de Dios, el que pedimos en el padrenuestro: “¡Venga a nosotros tu reino!”. Pero no apoyándose en falsas promesas ni en ideologías destructivas, sino invitando a la conversión del corazón a cada uno, para que Dios pueda hacer de ellos constructores de paz y alegría. 

Seamos misioneros de esperanza nosotros también, apoyando con nuestra oración y nuestra colaboración económica a aquellos de quienes nos sentimos tan orgullosos, y que son nuestros hermanos misioneros.




 

Dos misioneros españoles que compartieron la misión de Robert Prevost en Perú, antes de ser elegido Papa, y el que fue su secretario cuando era obispo de Chiclayo, destacan su espíritu misionero en este vídeo para la Jornada Mundial de las Misiones 2025.