Jesús como hombre nació, creció, sintió, actuó, padeció y murió, pero Jesús también es Hijo de Dios y como tal fue anunciado por los profetas y los ángeles, nos da a conocer a Dios como Padre y nos demuestra su amor a través de los milagros, signos del amor de Dios, que es la buena noticia que Jesús nos trae.
Jesús convivió con todos, pero especialmente con las personas que son consideradas inferiores por su trabajo, por su condición o por su enfermedad, acercándose a ellas, escuchándolas, tocándolas, curándolas, porque Jesús tiene el amor de Dios.
Jesús estaba atento a las necesidades de los demás, daba de comer a los hambrientos multiplicando los panes y los peces, curando enfermedades o resucitando a los muertos, estas acciones son: "Milagros"
Los milagros por tanto son el lenguaje de Dios, signos de su existencia y de su amor, es su lenguaje privado a través de Jesús.
Sus milagros manifiestan que Él es verdaderamente Dios, manifiestan su omnipotencia y su divinidad, su amor por el hombre.
Los milagros de Jesús pueden dividirse en cinco grupos:
1.- Sobre la naturaleza
2.- De curación física
3.- De liberación demoníaca
4.- Victorias sobre voluntades hostiles
5.- Resurrecciones
Jn 2, 1-11
1. Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús.
2. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos.
3. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino.»
4. Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.»
5. Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga.»
6. Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.
7. Les dice Jesús: «Llenad las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba.
8. «Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala.» Ellos lo llevaron.
9. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio
10. y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.»
11. Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos.