¿Qué son las parábolas?
Las parábolas son relatos, historias escuetas, claras, sencillas, y su finalidad es transmitir una enseñanza del modo más comprensible y fácil de recordar.
En todas destaca la pequeñez de los comienzos; y el crecimiento progresivo de este Reino; su fuerza regeneradora para los llamados por Dios a la salvación, que alcanzarán si corresponden a esa vocación.
Jesús predica utilizando parábolas, es decir, ejemplos vivos, imágenes tomadas de la vida ordinaria, dándoles contenidos ricos y amplios. Después un año de recorrer los caminos de Palestina, predicando el Evangelio del Reino y confirmando su doctrina con innumerables milagros. Muchos creen, otros no. Jesús habla del Reino de Dios con tacto y utiliza parábolas en las que, sin ocultar que está diciendo cosas nuevas incita a los oyentes a interesarse y les advierte: "!quién tenga oídos para oír, que oiga". Entenderán los que tengan un corazón dispuesto a la conversión a Dios con el rechazo del pecado, también en sus formas más sutiles.
Imagina que eres un pastor y tienes 100 ovejas. Son tus
amiguitas y las cuidas con mucho amor. Entre todas las ovejas, hay una en
particular que es juguetona y curiosa, pero también un poco distraída. Esta
oveja siempre se aleja del rebaño y explora por su cuenta.
Un día, mientras estás contando a tus ovejitas, te das
cuenta de que falta una. ¡Oh no! Te das cuenta de que la ovejita juguetona y
curiosa se ha perdido. Te preocupas mucho y decides dejar a las 99 ovejas en un
lugar seguro mientras buscas a la oveja perdida.
Caminas y caminas, buscando por todas partes, hasta que finalmente la encuentras en un lugar peligroso. Estás tan feliz de haber encontrado a la ovejita perdida que decides cargarla en tus brazos y llevarla de vuelta al rebaño.
Con mucho cuidado, el pastor levanta a la oveja y la
carga en sus brazos para llevarla de regreso al rebaño. Durante el camino de
vuelta a casa, el pastor le habla suavemente y le recuerda lo importante que es
estar siempre cerca de su amoroso rebaño.
Cuando llegas, llamas a tus amigos y vecinos y les dices:
“¡Alégrense conmigo, porque he encontrado a mi ovejita perdida!”. Todos se
alegran contigo y celebran que la oveja perdida ha sido encontrada.
“¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si
perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a la
que se perdió, hasta que la halle? Y
hallada, la pone sobre sus hombros gozoso; 6
Y viniendo a casa, junta a los amigos y a los vecinos, diciéndoles:
Dadme el parabién, porque he hallado mi oveja que se había perdido”. (Lc 15,
4-7)
¿Qué
nos enseña la parábola de la oveja perdida?
Importancia
del cuidado y amor: La historia nos enseña que cada persona es
valiosa y importante para Dios, al igual que cada oveja lo es para el pastor.
Nos muestra que Dios nos cuida, nos ama y siempre está dispuesto a buscarnos
cuando nos alejamos.
El
perdón y la misericordia de Dios: La parábola nos muestra
que, sin importar cuán lejos nos hayamos alejado o cuán equivocados hayamos
estado, Dios siempre está dispuesto a perdonarnos y recibirnos de nuevo. Nos
enseña sobre la misericordia de Dios y su deseo de que nos arrepintamos y
volvamos a Él.
La
importancia de arrepentirse: La historia nos muestra que
es necesario reconocer nuestros errores y arrepentirnos para poder experimentar
el amor y el perdón de Dios. Nos enseña que cuando nos arrepentimos, Dios se
alegra y celebra nuestra vuelta.
El
amor de Dios por todos: La parábola destaca que Dios no muestra
favoritismo, sino que su amor y cuidado se extienden a todas las personas, incluso
a aquellos que se consideran pecadores. Nos enseña que no importa cuál haya
sido nuestro pasado o nuestras acciones, siempre podemos volver a Dios y
encontrar su amor y aceptación.
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