27 de octubre de 2024

CELEBRACIONES CRISTIANAS DEL MES DE NOVIEMBRE 2





Al día siguiente, el 2 de noviembre, nos uniremos en oración por Todos los Fieles Difuntos, familiares, amigos y difuntos del mundo entero y que no nos consta si se han salvado o no, sólo Dios lo sabe; pero acudimos a la misericordia divina pidiendo que si ellos al morir se han unido a la muerte de Cristo, ahora se unan a su resurrección. Es normal que nos duela la muerte de los seres queridos, especialmente si ha sido reciente, pero los seguimos entregando a Dios, pidiéndole que ellos gocen ahora de su presencia.

Al celebrar a Todos los Fieles Difuntos, también ofrecemos a Dios lo que nos queda de vida, para realizarla según Dios, y nos preparamos a nuestra propia muerte, sabiendo que al final de nuestra vida se nos juzgará sobre el amor, no sólo manifestado de palabra o en nuestras devociones sino sobre todo en nuestras buenas obras.









20 de octubre de 2024

CELEBRACIONES CRISTIANAS DEL MES DE NOVIEMBRE 1

El mes de noviembre se inicia con dos grandes Celebraciones cristianas:

El día 1º de noviembre, la Fiesta de Todos los Santos.

El día 2 de noviembre, la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos.

Junto a estas Celebraciones, se ha ido extendiendo la Noche de Halloween, el 31 de octubre, pero ésta no es una fiesta cristiana; ahora bien, si se celebra como una fiesta de disfraces y de forma sana, por ejemplo con regalos de dulces a los niños, no hay problema; en cambio es nociva y rompe con la fe en Cristo cuando se relaciona con supersticiones e incluso cultos satánicos. De manera semejante, el culto a la santa muerte no es expresión de fe cristiana.

El Día de Todos los Santos es una gran celebración para la Iglesia. En el Día de Todos los Santos, estamos obligados a asistir a Misa para alabar y adorar a Dios y honrar la vida de los santos.

Detengámonos más en nuestras Fiestas cristianas:

El 1º de noviembre, Fiesta de Todos los Santos: En que nos alegramos no sólo con los beatos y los santos canonizados por la Iglesia en un acto oficial y público, sino que incluimos a todos los que ya gozan de la redención de Cristo Jesús y así participan en la gloria de Dios.

Entre ellos hay familiares y amigos, por ejemplo aquellos cuyo testimonio de vida nos ha llevado hacia Dios. Los santos son nuestros intercesores ante Dios y nos motivan para asumir también nosotros el anhelo de santidad, de modo que participemos un día en esta gloria de Dios, que ha de ser la meta máxima de nuestra vida. Nos dice san Juan: “Ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.” (1Juan 3,2). Por eso celebramos con gozo esta Fiesta de Todos los Santos, uniéndonos a ellos para alabar a Dios y renovar la esperanza de gozar un día con ellos y como ellos la visión eterna de Dios.


Los católicos estamos de fiesta porque el 1º de noviembre se celebra a todos los santos. Esa es la verdadera fiesta de estos días, celebrar a los monstruos y a las brujas no es de cristianos. Celebrar el día de muertos es una tradición de nuestra patria, y es bueno que como cristianos hagamos oración por nuestros difuntos. Pero ¿por qué celebrar la fiesta de todos los santos? ¿Quiénes son los santos?

Los santos no son personas diferentes de nosotros, en todos los tiempos ha habido santos, de diferente edad, unos niños, otros jóvenes, adultos, viejitos, hay santos y hay santas, unos flaquitos, otros gorditos, unos muy inteligentes otros muy sencillos, algunos han nacido muy ricos otros fueron muy pobres, unos son blancos otros negros, unos han sido santos desde pequeños, otros llevaron una vida en la que no conocían a Dios, y se portaron muy mal, pero cuando se encontraron con Jesús, cambiaron, y decidieron ser felices siguiéndolo.

Todos, pero todos, estamos llamados a ser santos, Dios nos quiere santos, y para eso nos dio el Don de la Fe, fue su regalo cuando nos bautizaron, y todos los que estamos bautizados tenemos que ser santos, pero también tenemos que querer serlo. El Don de la Fe es más grande que todos los súper poderes de tus héroes favoritos y además es de verdad. Pero la fe no es para tener unos músculos muy fuertes, o para poder volar, o ver a través de las paredes, ni para golpear a nadie.

Ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como él, hacer el bien como él, amar como él. SER SANTO ES SER AMIGO DE JESÚS.

¿A qué Santo o santa conoces?, ¿por qué es santo? Hacer una pequeña lista como la de los superhéroes pero de los santos que los niños vayan nombrando. ¿En tu casa hay imágenes de algún santo o santa? ¿Sabes cómo vivió, qué hizo para ser santo? ¿En la tele has visto que pongan a los santos?

Vamos ahora a conocer algunos de ellos.

Hace un tiempo hubo un niño llamado Domingo Savio, que desde muy chiquito entendió que ser amigo de Jesús era lo más importante en la vida. El día que hizo su primera comunión, escribió en un papelito: "Mis amigos serán Jesús y María, me confesaré y comulgaré los domingos y días de fiesta, prefiero morir antes que pecar". Quería hacer la voluntad de Dios en todo. Un día un maestro preguntó en el recreo a todos los niños: "Si supieran que hoy iban a morir ¿qué harían?, uno contestó "correría con mi mamá", otro dijo: "yo iría a la Iglesia a rezar y a confesarme", y Domingo dijo: "seguiría jugando porque en este momento esa es la voluntad de Dios". Era un niño alegre, feliz, porque amaba a Jesús.



¿A qué Santo o santa conoces?, ¿por qué es santo? Hacer una pequeña lista como la de los superhéroes pero de los santos que los niños vayan nombrando. ¿En tu casa hay imágenes de algún santo o santa? ¿Sabes cómo vivió, qué hizo para ser santo? ¿En la tele has visto que pongan a los santos?

Santa Teresita, también amaba mucho a Jesús y a María Santísima, tenía muchas hermanas y todas ellas quisieron consagrarse al Señor. Ella siempre supo que todas las cosas pequeñas, oraciones, trabajos, servicios hechos con amor eran lo que agradaba a Dios, un día le dijo a Jesús que ella quería ser su "pelotita" para que el niño Jesús jugara con ella. Cuando recibía la Sagrada Comunión era la más feliz del mundo. Era buena con todos y buscaba hacer favores a las personas que no sabían dar las gracias y eso le costaba trabajo pero se lo ofrecía a nuestro Señor. Rezaba como quien platica con el mejor de los amigos porque conocía muy bien quien era Jesús.



San Agustín fue un gran santo, pero él no siempre se portó bien, hacía sufrir a su mamá con su mal comportamiento, pero su mamá que era muy santa, se llamaba Mónica, rezaba mucho para que su hijo conociera a Jesús, y el día que Agustín encontró a Jesús en su vida se llenó de tanta alegría que ya no quiso nunca más pecar, fue con su mamá y juntos rezaron y dieron gracias a Dios. San Agustín llegó a ser Obispo y tenía tanta confianza en el amor de Dios que le decía: "Señor, nos creaste para Ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti". Pensaba y meditaba en las cosas de Dios, escribió muchos libros que ahora en la Iglesia sirven de guía para todos los cristianos. Decía también: "Ama y haz lo que quieras", porque sabía muy bien, que cuando se ama a Dios sólo harás lo que le agrada.


La Madre Teresa de Calcuta, quiso agradar a Jesús sirviendo a los más pobres, a los que nada tenían, a los que no podían pagar con nada, cuidaba con mucho amor a los enfermos porque decía que en los enfermos más pobres encontraba a Jesucristo. Todas las mañanas asistía a Misa, y comulgaba, para que todo lo que hiciera en el día fuera obra de Jesús. Cuando ya estaba muy viejita, seguía trabajando, hablaba a mucha gente, a los presidentes de los países, a los sacerdotes a personas de todo el mundo y los invitaba a que cuidaran la vida de todas las personas, sobre todo la de los niños. Ella rezaba siempre el Santo Rosario porque así siempre tenía la ayuda de la Virgen María.


Otros santos, han ido a lugares muy lejanos donde no se conoce a Jesús y les enseñan a amar a nuestro Señor, a ellos se les llaman Misioneros, algunos han muerto dando su vida por la fe, estos son los Mártires. Otros se han dedicado a cuidar a los enfermos, a los pobres, algunos fundaron colegios para que los niños se educaran y conocieran a Jesús.  Otros se han quedado en su ciudad y en su casa pero han hecho la voluntad de Dios y se han mantenido en su amistad. Algunos santos son muy conocidos por todos, pero hay otros que nadie conoce, más que Dios. Otros que han estado enfermos le entregan a Jesús todos sus sufrimientos, y así, nos encontramos que aunque los santos no salen mucho en la televisión ni los periódicos nos platican de ellos, están haciendo que en el mundo brille la gloria de Dios.

Los nombres que tenemos muchas veces son los nombres de algún santo o santa, son nuestros patronos, por ejemplo San Carlos, Santa Teresa, Santa Cecilia, San Pedro, San Juan, San Alberto etc.

Los santos, o sea los que ya están en el cielo porque vivieron su bautismo, a ellos se les veneran porque son:

Modelo: Porque viendo lo que ellos hicieron para ser amigos de Dios nosotros los podemos imitar.

Estímulo: Porque ellos, lucharon como ahora nosotros y ya gozan de la herencia a la que también nosotros estamos llamados.

Intercesores: Son amigos y hermanos nuestros y grandes bienhechores a quienes podemos recurrir suplicándoles que hagan valer su influencia ante Dios en ayuda de nuestras necesidades.

EXPERIENCIA CRISTIANA

Ya nos dimos cuenta que los superhéroes son algunos personajes de la televisión, que nos divertimos y jugamos a que somos ellos, pero que en realidad no podemos tener súper poderes porque ellos sólo existen en las caricaturas y las películas, en cambio los santos son aquellos que han sido fieles a su bautismo, que el don de la fe que recibieron lo usaron muy bien.  El Papa Juan Pablo II nos ha invitado a vivir la santidad muchas veces, él ha llevado una vida de santidad y ha llevado al altar a muchos santos, y nos dice que para ser santos hay que:

Orar: Hacer oración, no sólo rezar oraciones de memoria sino poner en ellas el corazón, orar es platicar con Dios.

Ir a Misa y comulgar. La Misa (La Eucaristía), es el lugar más hermoso del mundo, es como estar en el cielo porque ahí está presente Jesús que se nos da en la comunión.

La Confesión. Acercaros seguido al perdón que Dios siempre nos da cuando hemos pecado. Así recuperamos su amistad y volvemos a ser felices.

La Gracia. Confiar en Dios, saber que sólo porque Jesús nos acompaña siempre, podemos ser buenos.

Escuchar la Palabra de Dios. Conocer lo que Dios nos dice en la Biblia, aprender el catecismo, para hacer lo que le agrada a Dios.

Anunciar la Palabra de Dios. Ser misioneros, llevar a otros la alegría de encontrarse con Jesús, lo podemos hacer con palabras, con nuestro comportamiento, con nuestra compañía, ayudando a los demás con amor.

La Santísima Virgen, san José, los apóstoles, mártires y santos todos esperan nuestro triunfo, están atentos a nuestra lucha, no nos olvidan.


 






13 de octubre de 2024

TENEMOS UNA MISIÓN 2: LA HISTORIA DE NOÉ

Historia de Noé

 

Noé Construye un barco /  Génesis 6 y 7


 

Noé en el Diluvio  / Génesis 7 al 9   

1.- Dios pidió a Noé construir un arca para salvar a todos del diluvio.


La entrada de los animales en el arca de Noé (1556) Aurelio Luini
Iglesia de San Maurizio al Monastero Maggiore de Milán (Italia).


La tierra comenzó a poblarse, pero las personas no tenían un buen comportamiento. 
Dios decidió hacer desaparecer toda su creación a excepción de Noé y su familia, a los que avisó de que enviaría un diluvio. 
Le mandó construir un arca de madera donde embarcaría a toda su familia y a una pareja de cada especie de animales.
Al salvarles, Dios daba otra oportunidad al ser humano, como muestra de su voluntad y para recordar a los hombres que jamás volvería a destruir la tierra con un diluvio, creo El arcoíris. 
De ahí surge el dicho: "Cuando llueve y hace sol, sale el arcoíris del Señor".


ACTIVIDADES:






El Domund es el día en que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones.

Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”.



  

El lema de este Domund lo propone el papa Francisco. Inspirándose en la parábola del banquete de bodas, nos recuerda que la misión es un “ir” incansable para invitar a todos al banquete de la fraternidad, de la Eucaristía, de la reunión final con el Señor.











 


6 de octubre de 2024

TENEMOS UNA MISIÓN 1

 Con esta situación de aprendizaje os proponemos el RETO de descubrir cuál puede ser vuestra vocación. 

Esta propuesta os puede hacer plantearos qué misiones o servicios puedo realizar para mejorar mi entorno y ser más feliz.

Conocerán cómo: NOÉ, ABRABÁN y MOISÉS; escuchan, se responsabilizan y cumplen la misión que se les encarga. 

Conocer la experiencia misionera de las OBRAS PONTIFICIAS y animarlos a que se responsabilicen de alguna manera con ella.

Los cristianos escuchamos la llamada de Dios y descubrimos nuestra misión (vocación) para ser felices y hacer felices a los demás.



Qué es la Misión

Se conoce como misión a la función, encargo, o propósito que una persona debe de cumplir, por ejemplo: su misión era supervisar y vigilar las funciones de su equipo de trabajo. La palabra misión viene del latín misisio y el sufijo –sio, entendiéndose como la acción de ser enviado, encargo.

Existe otro tipo de misiones como las misiones humanitarias donde un conjunto de personas se trasladan a algún lugar donde existe riesgo para sus habitantes y les brindan asistencia alimentaria, médica y/o sanitaria. Por ejemplo: la Cruz Roja Internacional que tiene como misión la de cooperar y apoyar las víctimas resultantes de los desastres naturales o enfrentamientos bélicos.

En las religiones, misión es el territorio donde se lleva a cabo la tarea evangelizadora, por ejemplo en Argentina, es conocida la provincia de Misiones donde se asentaron los misioneros jesuitas. En el cristianismo, la misión es predicar la palabra sagrada a través de la iglesia. El misionero es el individuo que tiene como tarea divulgar, predicar y llevar su creencia religiosa a diversos lugares que la desconocen.




Vocación significa “llamada”. Por eso, cuando decimos que las personas tenemos una vocación significa que hemos sido llamadas. Pero ¿llamadas por quién?, ¿llamadas a qué? Los cristianos creemos que Dios nos llama a cada uno. En primer lugar, al darnos la vida nos ha llamado sencillamente a vivir, a disfrutar de la belleza de la vida. En segundo lugar, Dios nos llama para darnos una misión concreta, o lo que es lo mismo, para que aportemos lo mejor de nosotros mismos. Así, seremos felices y ayudaremos a que los demás mejoren su vida.

La vocación es la llamada que una persona siente a vivir de una manera o a hacer determinadas cosas. Cuando nos quedamos en silencio, escuchando nuestro interior y nos preguntamos ¿Qué me gustaría hacer?, Puede que en un primer momento no se nos ocurra nada. Pero, si pensamos en las cosas que hacemos cada día y las analizamos con las siguientes claves, seguro que obtenemos algunas pistas:

  •         Son cosas que nos gustan de verdad y que nos hacen felices.
  •         Siempre estamos dispuestos a hacerlas.
  •         Se nos dan muy bien, como cocinar, escuchar a los demás, hacer reír a  otros, bailar, practicar algún deporte…
  •         Cuando nos imaginamos de mayores, nos gustaría hacer eso.

En la Biblia, Dios llama a personas y les da una misión. Del mismo modo, Jesús llama a sus discípulos y les envía para seguir su ejemplo haciendo el bien a los demás. Nuestra misión tiene que ver con aquello que nos hace felices a nosotros mismos y a los demás.







  






 


¿Todas las personas tienen una Misión?

Nosotros tenemos una misión en esta vida y la cumplimos cuando obedecemos y hacemos lo que Dios quiere, con amor, tal como lo hizo Jesús (su misión era salvarnos del pecado y hacernos posible la amistad con Dios). A través de nuestras buenas obras hechas por amor, podemos ayudar a que otros logren su salvación.

A todos nos llama Dios a la vida y a que amemos a los demás. Pero a cada uno, según nuestros dones y talentos, Dios nos llama a una misión concreta. Hemos de fijarnos en las cosas que se nos dan bien hacer, en aquello que más nos gusta y en lo que más ayuda a los demás. Tal vez Dios nos llame a ser artista, profesor, ingeniera o a tener una familia. Lo tenemos que ir descubriendo con el paso de los años, viendo lo que nos hace felices.

Es posible que, en alguna ocasión, alguien nos proponga hacer algo que nunca habíamos pensado ni planteado. Puede ser que nos entren dudas sobre si sabremos hacerlo o no. Hay personas que enseguida levantan la mano y están dispuestas a hacer esa tarea.


TODAS LAS PERSONAS TIENEMOS UNA MISIÓN COMO SERVICIO A LOS DEMÁS. LO IMPORTANTE ES TOMAR LA DECISIÓN E INTENTARLO.





EJEMPLOS PARA EL DIBUJO