Con esta situación de aprendizaje os proponemos el RETO de descubrir cuál puede ser vuestra vocación.
Esta propuesta os puede hacer plantearos qué misiones o servicios puedo realizar para mejorar mi entorno y ser más feliz.
Conocerán cómo: NOÉ, ABRABÁN y MOISÉS; escuchan, se responsabilizan y cumplen la misión que se les encarga.
Conocer la experiencia misionera de las OBRAS PONTIFICIAS y animarlos a que se responsabilicen de alguna manera con ella.
Los cristianos escuchamos la llamada de Dios y descubrimos nuestra misión (vocación) para ser felices y hacer felices a los demás.
Qué es la Misión
Se conoce como misión a la función, encargo, o propósito que una persona debe de cumplir, por ejemplo: su misión era supervisar y vigilar las funciones de su equipo de trabajo. La palabra misión viene del latín misisio y el sufijo –sio, entendiéndose como la acción de ser enviado, encargo.
Existe otro tipo de misiones como las misiones humanitarias donde un conjunto de personas se trasladan a algún lugar donde existe riesgo para sus habitantes y les brindan asistencia alimentaria, médica y/o sanitaria. Por ejemplo: la Cruz Roja Internacional que tiene como misión la de cooperar y apoyar las víctimas resultantes de los desastres naturales o enfrentamientos bélicos.
En las religiones, misión es el territorio donde se lleva a cabo la tarea evangelizadora, por ejemplo en Argentina, es conocida la provincia de Misiones donde se asentaron los misioneros jesuitas. En el cristianismo, la misión es predicar la palabra sagrada a través de la iglesia. El misionero es el individuo que tiene como tarea divulgar, predicar y llevar su creencia religiosa a diversos lugares que la desconocen.
Vocación significa “llamada”. Por eso, cuando decimos que las personas tenemos una vocación significa que hemos sido llamadas. Pero ¿llamadas por quién?, ¿llamadas a qué? Los cristianos creemos que Dios nos llama a cada uno. En primer lugar, al darnos la vida nos ha llamado sencillamente a vivir, a disfrutar de la belleza de la vida. En segundo lugar, Dios nos llama para darnos una misión concreta, o lo que es lo mismo, para que aportemos lo mejor de nosotros mismos. Así, seremos felices y ayudaremos a que los demás mejoren su vida.
La vocación es la llamada que una persona siente a vivir de una manera o a hacer determinadas cosas. Cuando nos quedamos en silencio, escuchando nuestro interior y nos preguntamos ¿Qué me gustaría hacer?, Puede que en un primer momento no se nos ocurra nada. Pero, si pensamos en las cosas que hacemos cada día y las analizamos con las siguientes claves, seguro que obtenemos algunas pistas:
- Son cosas que nos gustan de verdad y que nos hacen felices.
- Siempre estamos dispuestos a hacerlas.
- Se nos dan muy bien, como cocinar, escuchar a los demás, hacer reír a otros, bailar, practicar algún deporte…
- Cuando nos imaginamos de mayores, nos gustaría hacer eso.
En la Biblia, Dios llama a personas y les da una misión. Del mismo modo, Jesús llama a sus discípulos y les envía para seguir su ejemplo haciendo el bien a los demás. Nuestra misión tiene que ver con aquello que nos hace felices a nosotros mismos y a los demás.
¿Todas las personas tienen una Misión?
Nosotros tenemos una misión en esta vida y la cumplimos cuando obedecemos y hacemos lo que Dios quiere, con amor, tal como lo hizo Jesús (su misión era salvarnos del pecado y hacernos posible la amistad con Dios). A través de nuestras buenas obras hechas por amor, podemos ayudar a que otros logren su salvación.
A todos nos llama Dios a la vida y a que amemos a los demás. Pero a cada uno, según nuestros dones y talentos, Dios nos llama a una misión concreta. Hemos de fijarnos en las cosas que se nos dan bien hacer, en aquello que más nos gusta y en lo que más ayuda a los demás. Tal vez Dios nos llame a ser artista, profesor, ingeniera o a tener una familia. Lo tenemos que ir descubriendo con el paso de los años, viendo lo que nos hace felices.
Es posible que, en alguna ocasión, alguien nos proponga hacer algo que nunca habíamos pensado ni planteado. Puede ser que nos entren dudas sobre si sabremos hacerlo o no. Hay personas que enseguida levantan la mano y están dispuestas a hacer esa tarea.
TODAS LAS PERSONAS TIENEMOS UNA MISIÓN COMO SERVICIO A LOS DEMÁS. LO IMPORTANTE ES TOMAR LA DECISIÓN E INTENTARLO.
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