19 de enero de 2025

FORMAMOS UNA FAMILIA 1 - BAUTISMO DE JESÚS

 


Juan Bautista, el primo de Jesús, anunciaba la llegada del Salvador esperando y animaba a todos a vivir según el plan de Dios.
La gente se acercaba a Juan y le preguntaba cómo podían salvarse. El los animaba a que dejaran de hacer cosas malas y a vivir según la voluntad de Dios. Y Juan los bautizaba en el río Jordán.
Por entonces, Jesús tenía 30 años y comenzó a recorrer su país. 
Fue al río Jordán para que Juan lo bautizara.
Juan estaba muy sorprendido porque Jesús nunca había hecho nada malo
Juan debía bautizarle. Al salir Jesús del agua, se oyó la voz de Dios.
Jesús salió tan feliz que quería que todo el mundo conociera a Dios. Así comenzó su misión de anunciar por todos los pueblos y ciudades la buena noticia del amor de Dios.


ACTIVIDAD:


Cuando los niños nacen, inmediatamente los papás le ponen un nombre, pues saben que es muy importante llamarlo de alguna manera para poderlos registrar y para que sean “alguien en especial”, con nombre y apellido, para que sean ciudadanos del país en que nacieron. Lo que hace que tengan derechos y obligaciones.

Sin embargo, no sucede lo mismo con el Bautismo, a veces no le damos la importancia que tiene o estamos confundidos porque escuchamos diferentes opiniones y nos olvidamos de que la Biblia nos dice: “El que crea y se bautice se salvará”. (Mc. 16, 16)

Como todos sabemos, los hombres nacemos con el “pecado original” que cometieron nuestros primeros padres, Adán y Eva.

Como Dios nos ama mucho y sabía que mientras estuviésemos en pecado, no podríamos vivir en amistad con Él, nos envió a su Hijo Jesucristo, quien se hizo hombre como nosotros para salvarnos y hacer posible la vida de amor con Dios.

Para ello Cristo, murió en la cruz y resucitó. De esa manera venció al pecado e hizo posible que nosotros podamos morir al pecado y nacer de nuevo a la vida de Dios. Todo ello, gracias al Bautismo.

Todos nacemos separados de Dios, es decir, “muertos a la vida de Dios” por el pecado original y nacemos a la vida de Dios, a la vida espiritual, al recibir el Bautismo.

El Bautismo, como todos los otros sacramentos fue instituido por Cristo. Él le dio el mandato a los apóstoles de “ir y bautizar” a todas las creaturas.

Por el Bautismo, Dios nos da el DON, el regalo, de ser hijos de Él, dándonos su mismo Espíritu, para que habite en nosotros. A partir de ese momento Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, la Santísima Trinidad, habitarán en el bautizado.

La materia que se utiliza en el Bautismo es el agua natural.

La forma son las palabras que dice el ministro: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”, las cuales deben pronunciarse al mismo tiempo que corre el agua.

El ministro normalmente es el sacerdote. En caso de necesidad, es decir, cuando un niño o un adulto se encuentra en peligro de muerte y no es posible que el sacerdote esté presente, lo puede administrar cualquier persona, siempre y cuando tenga la intención de hacerlo y use la materia y la forma correspondiente. Y hay que notificar a la parroquia para que quede registrado y, en caso de que viva, para que pueda recibir la ceremonia del Bautismo solemne.

ACTIVIDAD:

Haz un dibujo de tu propio bautismo



Tarea para casa




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