Tomar conciencia de que las acciones
personales acercan o separan de Dios
Reconocer a Jesús como ayuda y modelo
para elegir bien.
TRABAJAMOS
CON LAS EMOCIONES
Conciencia
y expresión emocional. Competencia social
Todas las personas se equivocan; a
veces, con demasiada frecuencia. Sin embargo, no siempre las acciones son
intencionadas. A veces, hacemos daño a alguien sin darnos cuenta, sin querer y
sin intención. Esta misma acción sería
mucho más grave si supiéramos que
vamos a hacer daño y, aún así, seguimos actuando. Por eso, es muy importante distinguir
si las cosas que hacemos mal las hacemos de manera consciente o inconsciente.
Por otra parte, también
nuestros amigos pueden hacernos daño
con sus acciones, pero no se dan cuenta de ello. En estas ocasiones, debemos dialogar
con ellos y hacerles saber que su comportamiento no nos gusta y nos molesta.
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